Cuando se le preguntó a Mary Baker Eddy, la fundadora de la Ciencia Cristiana, si los Científicos Cristianos tenían algún credo religioso, ella respondió: “No lo tienen, si por ese término se quiere decir creencias doctrinales” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, págs. 496-497). No obstante, ella proporcionó unos artículos de fe, o puntos clave, que resumen en forma concisa las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Los mismos tienen su fundamento en la Biblia.
Artículos de fe de la Ciencia Cristiana
Como quienes se adhieren a la Verdad, tomamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente hacia la Vida eterna.
Reconocemos y adoramos a un solo Dios supremo e infinito. Reconocemos a Su Hijo, el Cristo único; el Espíritu Santo o Consolador divino; y al hombre a imagen y semejanza de Dios.
Reconocemos el perdón del pecado por Dios en la destrucción del pecado y en la comprensión espiritual que echa fuera el mal como irreal. Pero la creencia en el pecado es castigada mientras dura la creencia.
Reconocemos la expiación de Jesús como la evidencia del Amor divino y eficaz, que revela la unidad del hombre con Dios por medio de Cristo Jesús, el Mostrador del camino; y reconocemos que el hombre se salva mediante el Cristo, mediante la Verdad, la Vida y el Amor como fue demostrado por el Profeta galileo al sanar a los enfermos y vencer el pecado y la muerte.
Reconocemos que la crucifixión de Jesús y su resurrección sirvieron para elevar la fe a la comprensión de la Vida eterna, o sea, la totalidad del Alma, el Espíritu, y la nada de la materia.
Y solemnemente prometemos velar, y orar para que haya en nosotros aquella Mente que hubo también en Cristo Jesús; hacer con los demás lo que quisiéramos que ellos hicieran con nosotros; y ser misericordiosos, justos y puros.